Oración enviada por xanitutinax hace 4 años
De altos blasones, príncipe heredero,
gloría de Italia, que arrulló su cuna,
los deberes de estirpe sabio aduna.
pospuestos a su Dios, que ama el primero:
Piadoso niño apenas, y severo
Consigo mismo sin mancilla alguna.
Más tarde su pureza a otra ninguna
Cede, y un ángel le hace verdadero:
A Jesús, sabiamente consagrado.
En su alma Compañía profesa ardiente.
De gozo lleno, joven delicado:
En ella asombro, insigne penitente,
Ríndese a los rigores, y extasiado.
Joven espira, en santidad ingente.
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