Oración enviada por xanitutinax hace 4 años
María, vuestra lealtad,
anega en divinas calmas;
visitad pues nuestras almas,
Madre de la caridad.
Angeles que visteis ya
prodigios en Nazared,
hoy os convido corred
a los montes de Judá;
Presto que la Virgen va
con rara velocidad, &c.
Ya pues que en Judá os contemplo
en casa de Zacarías
entrad, que allí va el Mesías
dentro el mas sagrado Templo:
Allí veréis un ejemplo,
un asombro de humildad, &c.
Alegraos con razón,
Zacarías, e Isabel,
que os lleva la Virgen fiel
tesoros de bendición:
Mas que el Arca a Obededón
os dará prosperidad, &c.
La recogida en tarima,
viendo a Dios en sus entrañas,
va de prisa á las montañas
a visitar a su Prima:
Como el santo amor le anima,
rompe toda austeridad, &c.
De su retrete salida
esta cándida Paloma,
dado el vuelo se desploma
al hombro de su querida:
Jamas vieron tal venida
ni el amor, ni afinidad, &c.
Viendo la Virgen consigo
a la que tanto deseó,
abrazándola, exclamó,
santa paz sea contigo;
Dinos de tan dulce abrigo,
Isabel la novedad. &e.
Responde Isabel, Maria,
«Bienaventurada tu eres
entre todas las mujeres,
y el Fruto que en ti se cría».
A tan rara cortesia
calle toda urbanidad, &c.
¿De donde yo merecí,
dice Isabel, tal favor
que la Madre del Señor
de los cielos venga da mí?
Ay Señora solo a Ti
se debe tanta bondad, &c.
Esta visita tan alta
da a Isabel tal regocijo,
que experimenta que su hijo
de gozo en su vientre salta:
Si, que el niño Dios le exalta
a timbres de Santidad, &c.
A luz, que la sobrevino
canta elogios Isabel,
y la Virgen grande, y fiel
el Magnificat divino:
Canto dulce y peregrino
admirable a la verdad, &c.
Aqui Maria engrandece
las obras de su Señor,
poder, justicia y amor,
que en todo el orbe aparece:
Y al Padre Eterno agradece
de Israel la libertad. &c.
Sois sagrada Filomena,
Maria , por vuestro canto,
pues el Espíritu Santo
de toda su gracia os llena:
Ay! que la mas cruel Sirena
nos tiene en cautividad. &e.
Por fin quedó, Maria
exaltando, y exaltada
a ser humilde criada
de tan justa compañía:
¡O que prodigio sería
ver servir tal Majestad! .&c.
Felicidad verdadera
es Isabel para Vos,
ver á la Madre de Dios
que en obsequiaros se esmera:
Vista al cielo placentera
fue tanta curiosidad, &c.
A vos Virgen , suplicamos
como a Madre espiritual
que socorráis nuestro mal,
pues de culpas enfermamos:
No permitáis que muramos
en tan triste enfermedad, &c.
Vuelta.
Maria, vuestra lealtad
anega en divinas calmas:
Visitad pues nuestras almas,
Madre de la caridad.
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