Oración enviada por xanitutinax hace 5 años
Leías el Evangelio, ¡oh Cecilia castísima! y obrabas
lo que leías; orabas y traías a raíz de tus carnes un
áspero cilicio para consagrar tu virginidad, y ofrecer
tu alma en sacrificio al Señor. Convertiste a tu
esposo Valeriano, y de león bravo le hiciste cordero
manso, y le enseñaste a ser mártir; y por tus palabras
y ejemplos otros muchos derramaron su sangre por
Cristo. El baño encendido te sirvió de refrigerio,
e hiriéndote tres veces el verdugo no pudo cortar tu
sagrada cabeza, hasta que al cabo de tres días,
estando en oración, voló tu bendita alma resplandeciente
a tu dulcísimo esposo, y tu casa se consagró en iglesia,
y todo el pueblo recibió por tu intercesión innumerables
beneficios, y cada día los recibe de la poderosa mano
del Señor. Suplícale ¡oh Virgen purísima! que se apiade
de su Iglesia, y nos conceda la perfecta mortificación de
nuestras pasiones, y obrar lo que creemos, y traer con
nuestro ejemplo a otros al conocimiento y amor de Dios,
y dar esta vida temporal por él para gozar en la eterna
contigo de tu bienaventuranza, al cual sea gloria, honra
y alabanza en los siglos de los siglos.
Amén.
Enviar oración a la nubeEnvia esta oración a la nube para que sea escuchada
No se ha encontrado imágenes con esta oración a Santa Cecilia de Roma.