Oración enviada por xanitutinax hace 4 años
Los sagrados tesoros, cruel y ciego,
exige al fiel Lorenzo, Valeriano;
y de Roma a los pobres reúne humano.
Diácono aquél, al envidiable apego:
De ellos seguido, al César váse luego;
y con aliento invicto, soberano,
"Mis tesoros he aquí," dice al tirano.
Quien confundido, le sentencia al fuego.
Mártir alcanza en la inmortal parrilla.
arrogante español, y santo hombre,
una aureola especial, que en lo alto brilla;
Y de un triunfo el país, que ampara el nombre,
El Escorial, del orbe maravilla,
a las glorias levanta, y da el renombre.
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