> Prefacio alusivo a la protección de nuestro patrón..
Oración enviada por xanitutinax hace 5 años
Vere dignum; et justum est’.
dar a Dios con eficacla
las gracias por esta gracia
que a todos hizo.
El dio a Gerona un Narciso,
de tal fineza y amor
de tal grandeza y valor
como se sabe.
Siendo Gerona la llave
de todo este principado
Narciso la ha guardado
no pocas veces.
Bien lo saben los franceses
que profanaron su templo
y para inmortal ejemplo
quiero contarlo.
Preciso es relatarlo
en gloria de nuestro Santo
que les moscas con espanto
les maltrataron.
Cobardes se retiraron
maltratados y heridos
a llorar arrepentidos
tantos agravios.
No volverán si son sabios
ni menos si son cristianos
à tratar tomo tiranos
a un cuerpo Santo.
Adviertan que lo que canto
no pretendo el afrentarles
si. solo quiero avisarles
por otra hora.
Esa mosca vengadora
que tanto les maltrató
Narciso la reservó
para otro caso.
Acuérdate de este frecaso
no volverás más acá
sinó te sucederá
muy mayor daño.
Pues, Narciso a su rebaño
protege con grande amor,
defiende cual buen Pastor
en sus combates.
No hagas más disparates
ten presente el día veinte
en que tu perversa gente
quedó vencida.
De los muros la subida
muy temerario pagó
y muy caro le costó
su atrevimiento.
Diónos Narcso el aliento,
y sin morir mas que cuatro
en aquel tu descalabro
dos mil dejaste.
Avergonzedo escapaste
sin que de Junio el calor
palabra de pundonor
te detuviese.
El que así huir te viese
diría, no sin razón,
así castiga al bribón
su misma culpa.
No pretendas, no disculpas
danos nuestro amado Rey
que violando toda ley
nos has robado.
De furor arrebatado
otra vez aquí viniste
y un sitio cruel pusiste,
contra la plaza.
Tu perversa mala raza
no perdonó ningún medio
para que el terrible asedio
fuese muy duro.
Amargo fue nuestro apuro
cuando tus furias malditas
en tres noches y dos días
fuego arrojaron.
Más, no nos intimidaron
tus bombas ni tus granadas
ni ser de mistos preñadas
nos he aterrado.
Eternamente execrado
serás por malded tamaña
y sufrirás de la España
dos mil combates.
Mira francés no te mates
deja, deja tus porfias
nunca verás en tus días
lo que pretendes.
Mira que van como duendes
las moscas en el país,
estate quieto en Paris
quédate en Francia.
No volverás con ganancia
sino muy atropellado
y por lo tanto humillado
de irreverente.
Bendito el Omnipotente
de noche y de día sea
cantando con melodía:
‘Sine, fine dicentes’.
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