Oración enviada por xanitutinax hace 5 años
Vedle, la faz descompuesta
en su mortal agonía
que más belleza le presta,
remonta la áspera cuesta
que a su Calvario le guía.
Ni una frase de rencor
se le escapa de sus labios,
y con sin igual amor
eí perdón de mis agravios
pide al Eterno Señor.
¡Pobre Jesús! ni una queja
exhala en su cruel sufrir,
y en su agonía asemeja
la pura y candida oveja
que es amante hasta al morir.
Vedle, sucumbiendo al peso
de la cruz de su pasión
cae amante, sino ileso,
y en su mirar manda un beso
envuelto en su corazón.
¡Digno ejemplo de imitar!
Tal mansedumbre y amor
en quien podía evitar
un tan cruento dolor,
y un tan terrible pesar,
nos enseña que humildad
ha de ser el sacro lema
de la pobre humanidad,
que redimió en su bondad
el pasionario poema.
Y si el rencor o el pesar,
o tal vez ambos a dos
nos agobian, con mirar
lo que sufrió el Hijo Dios
sabremos mejor luchar.
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