> Oración de abandono y sumisión.
Oración enviada por xanitutinax hace 6 años
He levantado mis ojos hacia ti, ¡Oh eterno!,
y me he sentido fortificado. Tú eres mi fuerza;
no me abandones, ¡oh Dios!, estoy abatido
bajo el peso de mis iniquidades, ¡Ayúdame!
Tú conoces la debilidad de mi carne,
y tú no apartas tus miradas de mí.
Estoy devorado por una sed ardiente; haz
que brote un manantial de agua viva y que
quede ésta apagada. Que no abra mi boca
sino para cantar tus alabanzas, y no para
murmurar en las aflicciones de la vida.
Soy débil, Señor, pero tú amor me sostendrá.
¡Oh eterno! Tú solo eres grande. Tú solo eres
el fin y el objeto de mi vida. Si me hieres, que
por ello sea tu nombre bendecido, porque tú
eres el Señor y yo el servidor infiel; y doblaré
la cabeza sin quejarme porque
Tú sólo eres grande.
Amén.
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