Oración enviada por xanitu hace 6 años
Señor!
Ya que has puesto en mi corazón tanta alegría,
plazca-os en extendérmela en todo el cuerpo:
en mi cara, en mis ojos, en mis manos.
Noble Señor!
Cuando recuerdo la vida eterna y la contemplo,
me encuentro lleno y cubierto de alegría.
Tan lleno estoy, que la mar no es más llena de agua.
Ah, Señor!
Es tan grande la alegría que tú has puesto en mí, que mi
fuerza se siente más fuerte y más grande que la de las montañas.
Ni el hierro ni el acero no son más fuertes que yo.
Ah, Señor!
Mi disfrute de alegría y de fuerza,
cuanto menos me la atribuyo a mí, más la atribuyo a vos:
pues poco valdría si me la atribuyera a mí.
Por ello, plazca-os, Señor, que todo el bien lo entienda de vos,
que eres mi Creador y mi Dios.
RAMON LLULL, Libro de Contemplación, II.
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