Oración enviada por xanitutinax hace 5 años
¡Oh Madre de mi alma! ¡oh amor dé los amores!
¡oh luz de mi esperanza, y fe de mi razón!
haced que un pobre bardo tejer pueda las flores
que humilde siempre encierra su amante corazón.
¡Qué soy sin vuestro auxilio! perdido navegante
sin brújula ni guía en proceloso mar;
¡qué soy sin Vos, María! rendido caminante
sin sitio do yo pueda mis pasos descansar.
¡Qué soy, Virgen María, del mundo en el abismo
si llego yo a olvidarme de vuestro puro amor!
¡qué soy! ¡oh Madre amada! si en báquico egoísmo
me olvido que a este mundo le diste un Salvador!
¡Oh! no, que yo no quiero, por más que libre sea
dar suelta a las pasiones que bullen siempre en mi;
yo quiero, Virgen santa, aprisionar mi idea,
y hacer que viva solo y aliente para ti.
No anhelo, no, por eso, la admiración del mundo
ni aspiro a que me crean un santo terrenal,
tan sólo yo deseo ese placer profundo
que siente siempre el alma que aléjase del mal.
Yo quiero sí, adoraros, rendiros culto ardiente ,
amaros con el alma, de todo corazón ,
doblar siempre, María, mi tan impura frente
ante quien es del mundo constante admiración.
Yo quiero que mi mente elévese hasta el Cielo
do Vos tenéis, Señora, por trono el puro Sol,
yo quiero desligarme y abandonar el suelo,
yo quiero de pureza el nítido arrebol.
Mas ¡ay! que aquí yo yivo ¡oh Madre! por mandato
de quien el mundo rige, de quien me ve sufrir,
pero lloro, y sufro, y callo, y su poder acato
y en ambos quiero ¡oh Madre! pensar siempre y morir.
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