Oración enviada por xanitutinax hace 3 años
En el portal de Belén
estaba la Virgen María
con su iibrito en la mano,
que ella rezaba y leía.
Le dice su hijo precioso:
—¿Qué haces, madre mia?
¿Qué rezáis y veláis?
— No velo, sino que rezo,
porque anoche soñé un sueño
que no lo pensaba soñar:
que tus pies y santas manos
habían de ser enclavadas,
i tu santísima boca
con hiél i vinagre enjugada.
Quien rezare esta oración
nunca podrá ser perdido,
aunque tenga mas pecados
que arenas hay en el mar
y yerbas hay el prado.
Amen.
Quien rezare esta oración todos los viernes del año
sacará un alma de pena, y la suya de pecado.
El que rece esta oración tres veces continuamente,
verá a la Madre Dios tres horas antes de su muerte.
Quien la sabe y no la reza, el que la oye i no la aprende,
cuando llegue el día del juicio verá lo que ella contiene.
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