Oración enviada por xanitutinax hace 5 años
Miradla allí: turbada y delirante,
y en aspecto de horror, nueva Medusa,
muévese por doquier ciega y confusa,
torvo el mirar y cárdeno el semblante.
Mientras al grito de razón triunfante
doblegar la cerviz torpe rehúsa,
de su propia maldad al cielo acusa
con ronca voz y pecho palpitante.
A todo crimen con rencor profundo
presta desalentada aliento y alas,
poniendo en él enojo furibundo:
¡Oh vil pecado, qué ponzoña exhalas!
huye lejos de mí, pues en el mundo
al ser humano con la fiera igualas.
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