Oración enviada por xanitutinax hace 6 años
La palabra cura. Ha curado desde siempre. En labios de hechiceros, de brujos, de curanderos; en boca de curas o exorcistas la palabra protege, previene, libera, limpia. La palabra aleja la muerte, señora omnipresente del pensamiento y sentimiento colectivo. La palabra llega más allá del límite infranqueable para el cocimiento o el emplasto. Más cuando el verbo se ha cristianizado:
Por la manyana de Sanct Johan,
tres buenas radas s'ende fueron e a
Nuestro Senyor Jhesu Christo encontraron.
Dixo'n'y:
Tres buenas radas, ¿Do iz?
Enta'l puent de Mont Olivet, a cercar yerbas hi
flores para guarir las plagas hi dolores.
Tres buenas radas tornaosnez, hi en las plagas
metez olio de olivas e lana de corderinas,
e aquestas paraulas que direz e a ninguno no las
telez nin lugo non perderez :
"Por las santas uoellas han Dios fue guarida, dolor o
plaga torna a medecina, que no leves braga ni otra
suciedat, antes puedas sanar e guarir como fizo
las de Nuestro Senyor Jhesu Christo ".
[Un notario oscense del Cuatrocientos, Antón de Boninfant,
consideró que esta oración merecía ser conservada y la copió
en su protocolo de 1455].
(Tomado del libro:Curar con palabras.)
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