Oración enviada por xanitutinax hace 5 años
El que ’ab eterno’ es hijo glorioso,
el hombre que ’ab eterno’ es Dios divino,
el que a vestirse nuestra carne vino
ardiendo en un amor tan amoroso;
el que nació en un mundo tan penoso
por recobrarnos el perdido tino
y por enderezar el mal camino
que nos llevaba al seno temeroso;
el que salió desnudo y con pobreza
siendo Dios rico, y padeciendo frío
sólo por dar remedio a nuestras penas;
ese recién nacido, que es Dios mío,
con vos reparta de su gran riqueza
y os de, señora, el don de pascuas buenas.
(Eugenio Salazar, 1574).
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